Necesitaba un sitio. Un sitio para escribir de sentimientos confundidos y encarcelados con ganas de salir, para pensar al menos cinco minutos en ti o en la vida, para que se acuerden de ti, de mi y de tantos sentimientos, un espacio para los recuerdos y los que nunca llegarón a serlo.

lunes, 18 de agosto de 2014

Y entonces, tú.

Sólo suena de fondo una canción, y me recuerda como enreda su mano en la mía cuando me besa.
Nunca le había visto sonreír así, 
tan por dentro y por fuera a la vez.
Sus maneras, 
ese olor a perfume, o aquellas camisas, 
que esconden la bonita silueta de su cuerpo.
Sus ojos nobles antes que marrones que nunca podía dejar de mirar,
ni de respirar sus besos suaves, antes que sus intenciones emocionales.
Quizás por ese tipo de sonrisa que se extiende por sus mejillas, .
Esa risa tan suya.
Aquella carcajada acompasada a mis comisuras.
Ese no sé qué en la punta de sus dedos que me agarran y que a veces me hacen pensar que el mundo es un poco menos malo porque está ahí.
Esas ganas de vivir que no podía perder,
si me dejaba caer en su pecho.
Y que no le hacía falta saberlo,
porque era una de las muchas cosas que él sabe de más.
Cómo que es valiente de alma y tierno de corazón,
que al principio anda con la mirada perdida hasta que alguien consigue encontrarle el fondo.
Que dónde sólo algunos podían mirar, yo ahora puedo verle.
Y que lo de besar vacío, se quedó en eso; 
en un beso que ahora sólo sabe llenar huecos.
Porque hace las horas pequeñas,
y los corazones anchos.
Porque es como un soplo fuera de lo diario. 
Un abrazo de ilusión al verle,
o como ese escalón en el que hay que tropezar
antes de subir.
Porque hace que despegue sin mirar abajo,
y eso que yo siempre tuve vértigo, 
Pero con él, 
nunca estuve tan segura 
de querer pisar cielo.

Y es que,
todo ser humano con uso de razón sabría que tiene un corazón demasiado grande para esta ciudad tan pequeña.
O aquella risa tan suya; 
que ni la mitad de la gente imaginaba lo tierna que podía llegar a ser, 
lo valiente que podía resultar ,
y lo enamorada que podía estar por culpa de alguien como él.