Necesitaba un sitio. Un sitio para escribir de sentimientos confundidos y encarcelados con ganas de salir, para pensar al menos cinco minutos en ti o en la vida, para que se acuerden de ti, de mi y de tantos sentimientos, un espacio para los recuerdos y los que nunca llegarón a serlo.

martes, 23 de abril de 2013

Y que después de lo bueno, siempre viene lo mejor.

Sin darme apenas cuenta, llega ese momento en el que te cansas. Después de presencias, de dudas impasibles o aquella guerra entre las cosas que no se dijeron y las que se dijeron de más. Y todo aquello que se perdió en algún lugar entre la ciudad. Esa ciudad que me vio crecer, llorar y derrumbarme y esa otra que me reinventó. Y al final, solo queda eso. Recuerdos que hoy quedan de más y las ganas de empezar de cero. De conocerse, de cambiar. Sueños que se ven con ganas de llegar,  miradas de complicidad, o quizás una voz al otro lado del teléfono callando a gritos, palabras escritas en el espejo del baño. Compartir canciones del ayer sin que "One Sunday Morning" taladre mi cabeza, sin que se quede esta noche a dormir. Viendo que en realidad no has perdido nada que mereciera la pena tener. Que quizás nunca deberías haber roto aquellas promesas. Dejando de recordar esas despedidas que hoy se ven de más. Quizás llorando por quien no debía o riendo con falsas sonrisas. Volviendo cuando decía nunca más, perdonando demasiado o  callando verdades por no hacer más daño. 
Pero hoy, sin embargo, las estrellas brillan un poco más,
momentos de los que te has cansado, en los que suenan demasiado lejos cualquier principio,
y en los que dejan de sorprenderte cualquier final.
  
Porque hay quien dice que, a sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito,
Y que después de lo bueno, siempre viene lo mejor.






¿ Sabes? Hoy tengo ganas, ¡ Tengo ganas de mi !

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