Una calada honda y una canción que intenta hacer el día más corto. Inspirando aire, espirando sueños.
Nunca le di valor a eso de hablar sin saber. Cada palabra sacaba un sentimiento dulce escondido en la comisura del labio inferior.
Me siento incómoda aquí, las cicatrices se asoman por las huellas de los zapatos. Silencio. Hiriente de si misma. Masoquista. Fijando la mirada en el suelo como si nada más llamara mi atención. Dar un paso , tal vez dos.
Cada parpadeo me va enseñando lo que de verdad importa. Cosas alegres,tristes,amargas,recuerdos que ponen a mi piel en guardia,olores que despiertan mis sentidos más de lo que deberían...roces, choques, respiraciones alteradas al compás, pensamientos que cruzan rápidos y desaparecen sin dejar rastro.
En el centro, un poco más arriba de las costillas lentamente, uno a uno , pierden el sentido.
Una sola palabra pronunciada por unos labios silenciosos, acompañado de unas cuantas risas flojas. Los ritmos suaves y la voz dulce me calman, me atrapan en una seguridad absurda. Tan absurda como el odio. Como esas miradas infiltradas repletas de despecho a dos. Como eso de enamorarse , u obsesionarse quizás con alguien que no conviene. Siempre mirando por encima del hombro. Hombres ilesos y mujeres que se declaran la guerra por un mismo latir. Pero de eso nadie se quiere interesar nunca. Agachando la cabeza, dejando caer la mirada para que no sea vista. Sin llamar la atención.
Abrazos de espalda que aparecen en mi vida. Que viven como quieren, que a veces se quedan, pero que quizás alquien pondrá en su lugar. Pasos grises que van de mal en peor. Llenos de rencor y de proposiciones faciles. Conspirando por el placer de tener algo bonito que romper. De bocas que hablan sin saber,de orgullo en la calle,de hipócritas sin sentido, de cabezas vacías , de rabia y supuestas putas baratas.
Pensamientos absurdos como que muchos hombres valen más que diez mujeres juntas, y que al final acabará con la que de verdad le endulce la sonrisa y no con la que le declare una guerra al resto por el.
Buscando un escalofrío entre latidos especiales. Pensamientos que traicionan, apariencias que no querías ver. E ilógicamente dando importancia a quien no debe tenerla. El insignificante odio acompañado de miradas mayores. Enseñando al futuro a poner a cada vida en su lugar. Cambiando lo mucho de lo absurdo, por lo mucho que otras personas me quieren.
Susurrándole al viento para que apague la llama, esperando a la casualidad sabiendo que no es eterna. Aplazando su inevitable desaparición por un tiempo mientras vuelvo a casa para contar las estrellas.
Otra calada honda.Inspiro aire, espiro por qués.
Algunos silencios que recuperan el sentido y la magia que me ayuda a seguir dando pasos.
Un caluroso verano en el que descubrí la electricidad ,
entre heridas fugaces y canciones eternas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario