"Hablar sobre certezas
no es tan fácil como parece,
pero tú estás llena de ellas
y te has convertido en un reto precioso.
Verás, escribir sobre ti
es como hablarte mirándote a los ojos,
y ya sabes que a mí el sueño me ciega
cuando estás cerca,
Y que las miradas
no saben disimular.
Te diré
que me has enseñado
a vivir
en vez de a ver la vida pasar,
y en esa diferencia
se esconden todos los matices que te definen.
Que aprender de ti
es como leer la vida con las manos
y los ojos abiertos,
es como tocar el mundo con los dedos
y sostenerlo
el tiempo que dura tu voz,
es fácil,
es sencillamente fácil.
Te diré
que desde ti
todo está en el orden que requiere el caos
y que tanto necesitamos las dos.
Que siento calor
cuando me abrazas;
y que mis miedos se han reducido
a una película de terror,
que ya no existen.
Y que en la lentitud
que exigen las grandes historias que tú y yo abrazamos con gusto
solo me atropellan con prisas
los latidos que hay fuera de mi pecho.
Ya ves,
has devuelto a mi cuerpo
la valentía necesaria para despegarse del suelo
y demostrarle que son necesarios cuatro brazos
para poder volar
y no caerse,
y has traído a mi habitación
las ganas de dejarme querer,
como quien aparece en medio del llanto
y en vez de secarte las lágrimas
te deja llorar
hasta que terminas,
y así poder seguir adelante.
Por eso,
porque creo como una atea
en las palabras que hablan de lo que es
y no de lo que fue o de lo quieres que sea
te hablaré de mí,
porque contigo soy todo
lo que siempre he querido ser.
Te diré
que después de estar contigo
la vida me parece un rato muy pequeño.
Y que por todo esto
Sé, y te diré
que desde que tú me quieres
me quiero más
y por eso,
y por muchos otros motivos,
te quiero."
E. Sastre
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