Necesitaba un sitio. Un sitio para escribir de sentimientos confundidos y encarcelados con ganas de salir, para pensar al menos cinco minutos en ti o en la vida, para que se acuerden de ti, de mi y de tantos sentimientos, un espacio para los recuerdos y los que nunca llegarón a serlo.

sábado, 23 de febrero de 2013

Demasiado arriesgado y demasiado perfecto a la vez.


La luz comenzaba a despedirse mientras el frío de otoño se hacía sentir demasiado temprano. El silencio seguía ahí , escuchando la nada pero encendiendo corazones. Tal vez por eso la luna brillaba más que nunca. Las noches no habían cambiado demasiado desde entonces. El mismo lugar, el aroma ,las mismas ganas. Los termómetros bajaban mientras el tiempo retomaba historias a medias. Recuerdos de finales forzados que se olvidaron por miedo a sufrir. El adiós de un enero que volvería con mas fuerza que nunca.
Jamás había pensado en aquella posibilidad. En convertir al pasado en presente, queriendo arriesgar de nuevo. A no ser que la noche fuera larga y la cama estuviera fría.
Los edificios parecían oscuros, una puerta se abría, las carreteras sentían al viento, y algún niño corría por la calle. Sin embargo ninguna de aquellas cosas conseguían fijar mi atención como lo hacían aquellos ojos.
En un rincón de la ciudad el mar se ilumina con el reflejo de una carcajada que separaba la complicidad. La magia podía brillar mas por la noche.
Pero en la otra mitad hay un medio corazón congelado de frío. Sueños que se cruzaron y se desvanecieron. Días de lluvia mezclados con el destino. Miradas que dividen el tiempo en dos. Una melodía que me susurra que quizás no sea tarde para llenar los otoños de carmín y las ciudades de despedidas.
Que las razones son pocas pero el tiempo es más corto si lo acompaña tu voz.
Quiero perderme entre risas y silencios que no dicen nada .
Si no me hubieras deseado dulces sueños un domingo en el que todo parecía salir mal,no hubiera tenido el valor ni para replantearme esto.
Aun es demasiado pronto para sea verdad. Demasiado bonito para que no lo sea. 
Demasiado arriesgado y demasiado perfecto a la vez.
No quiero imaginar el resto, quiero vivirlo ,
sentirlo, recordarlo,escribírtelo
.


Dejemos que sea Febrero quien hable.

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