Canciones a dos y el sonido de la lluvia mezclado con el destino. Miradas que dividen el tiempo en dos. Día dificil donde se escriba. El tiempo pasaba reflejado en aquellas palabras mientras los pensamientos salían para poner en duda todo lo que creía posible. Una imagen junto a los deseos que jamás habría querido escuchar, en una noche fría que prefería estar olvidando. Mientras, las horas pasaban en la habitación azul entre miedos,sueños y ganas. Pero que, inexplicablemente, seguía siendo el único, que conseguía hacerme olvidar todos los motivos por los que había intentado alejarme de el. Dejando escapar razones y culpas por encima de todo. Como si no hubieran pasado los meses, seguía buscando sus ojos detrás de cada suspiro por lo que nunca hubo. Momentos pequeños, escalofríos, aquellos besos; de los que no se olvidan, las caricias, la piel marcada por sus abrazos, su olor, y un millón de despedidas que me hacían volver. Pero cada error hacía temblar lo que parecía sencillo.
Como la incertidumbre del tópico de una margarita tras las promesas que se dejaron de cumplir.
Sintiendo como las palabras me pesan tanto como los latidos al tropezar con el silencio de unos labios que susurran verdades. Sintiendo como aquel recuerdo sincero volvía a salir con cada amanecer. Que ya no había vuelta atrás. No podía parar el tiempo, no se podía hacer nada; que las canciones me seguían hablando de el y las ganas iban a más. Porque, a pesar de todo, siempre estaba su sonrisa, aquellos ojos y las historias que podría contarle. Creo que nunca seré capaz de explicar cómo me para,me disloca. Que es por su olor, y sus maneras, y esos ojos que brillan pero que se apagan con cada duda convirtiéndose en mi debilidad. No quiero paciencia ni fuerza, no quiero subir y bajar. Necesito saborear sus miradas. Apostando a doble o nada pero con la sensación de no querer perder algo que no podría dejar de buscar. Ciérrame la verja, porque yo soy incapaz de cerrártela.
Reconstruye mi mundo, reconstrúyeme.
Como la incertidumbre del tópico de una margarita tras las promesas que se dejaron de cumplir.
Sintiendo como las palabras me pesan tanto como los latidos al tropezar con el silencio de unos labios que susurran verdades. Sintiendo como aquel recuerdo sincero volvía a salir con cada amanecer. Que ya no había vuelta atrás. No podía parar el tiempo, no se podía hacer nada; que las canciones me seguían hablando de el y las ganas iban a más. Porque, a pesar de todo, siempre estaba su sonrisa, aquellos ojos y las historias que podría contarle. Creo que nunca seré capaz de explicar cómo me para,me disloca. Que es por su olor, y sus maneras, y esos ojos que brillan pero que se apagan con cada duda convirtiéndose en mi debilidad. No quiero paciencia ni fuerza, no quiero subir y bajar. Necesito saborear sus miradas. Apostando a doble o nada pero con la sensación de no querer perder algo que no podría dejar de buscar. Ciérrame la verja, porque yo soy incapaz de cerrártela.
Reconstruye mi mundo, reconstrúyeme.
Pero mientras el silencio sonaba entre los acordes de aquella canción,
sentía como Él en aquel invierno se había convertido en una gran parte de mí.
Que era el único al que no podía perder.
El que de verdad esperaba, al que de verdad quería .
Y en la última melodía de aquella triste canción,
se escapó un Olvídame tú primero, porque yo no puedo.
La noche se despedía, y empezaba a amanecer.
sentía como Él en aquel invierno se había convertido en una gran parte de mí.
Que era el único al que no podía perder.
El que de verdad esperaba, al que de verdad quería .
Y en la última melodía de aquella triste canción,
se escapó un Olvídame tú primero, porque yo no puedo.
La noche se despedía, y empezaba a amanecer.
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