Sus ojos eran tan fuertes que mirarla fijamente era la más difícil de las batallas.
Sus labios sabían a osadía e inconformismo, su corazón era tan rebelde, que no se conformaba con mis "Te Amo" con tenerme una noche en su cama, ella quería más, ella deseaba algo que yo no quería darle a nadie.
— ¿Tu corazón?
¿Mi corazón? No, ella quería el infinito.
Ella quería mi mente. y la consiguió... Pero no logro entenderla.
Buscaba cordura en la locura, y no encontró lo que buscaba.
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